TURISMO Y COVID´19, PEORES ENEMIGOS

La crisis del Coronavirus ha supuesto para el turismo una fisura incalculable, de la que aún quedan estragos. Los datos no dan lugar a dudas, mostrando caídas superiores al 75%

Las crisis en el sector turístico a causa de la covid´19 alcanza su máximo apogeo durante el verano de 2020, durante el cual la demanda tanto hostelera, como de todo lo derivado del ocio se verá inmersa en una caída en picado. Una de las principales causas de tal desastre será la reducción de la movilidad personal en un intento de frenar la enfermedad.

Por otro lado, las pérdidas económicas relativas a los ingresos medidos con la fórmula de la cuenta satélite del INE, la cual tiene en cuenta todo lo que aporta la actividad turística a la economía, acabarán el año en torno a los 46.000 millones de euros, según Exceltur. Esto es, unos 110.000 millones menos que un año antes y en niveles de 1995, cuando comenzó el instituto estadístico esta medición. 

“Nos hemos enfrentado a la peor crisis vivida por el sector turístico de nuestro país en toda su historia. Y ha sido así porque en esta ocasión se ven afectados dos elementos que definen la esencia misma de los viajes: la movilidad y la confianza”, explica a EL PAÍS la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto.

De este modo, observamos cómo se hace esencial la   prestación de ciertas ayudas dirigidas a dicho sector, tratando así de estimular su economía. 

“Es el momento de que el Gobierno ayude a las empresas para que sobrevivan. Y hay que hacerlo de forma diferenciada por regiones, porque el nivel de afectación varía mucho por comunidades”, argumenta Oriol Anguera-Torrell, profesor e investigador de Economía Aplicada al turismo de la Universidad de Barcelona.

Ante tal situación, son aún más los problemas que damnifican al sector turístico, aumentando la incertidumbre existente, de modo que no es posible estimar  cuando será posible volver a disfruta de dicho sector con total y completa normalidad. 

Los problemas referidos anteriormente son tales como el Brexit, la reducción de la capacidad de gasto por la crisis económica y, además, el aumento del ahorro. Desde esta óptica, se tiende que la demanda turística  seguirá deprimida por un tiempo.